Si le restamos volumen a un grito no podemos convertirlo en un susurro. Sigue siendo un grito, venido a menos, no digo que no. El susurro nace para ser susurro. El grito nace para ser grito. Así que no malgastes tu tiempo, no se puede rehabilitar al grito. Tampoco pueden convivir sin llevarse mal. Alguien me contó una vez que existe un país, en alguna parte, donde un susurro puede solicitar una orden de alejamiento de un grito.

Recuérdame que algún día te hable de ese lugar.