Cuidado. Esto que estás escuchando es un susurro. Lo reconocerás mejor si cierras los ojos. Por eso y porque te acariciará en algún lugar secreto cercano al ombligo. ¿Lo notas? Un susurro puede durar lo que dura un abrazo, o un beso, o una mentira. Pero escucha, escúchalo bien. Antes de que pase de largo. Un susurro es efímero. Y, sin embargo, puede quedarse grabado para siempre en tu recuerdo.