Manual de instrucciones para susurrar | Descárgalo aquí.

Elige lo que quieres susurrar: poema, cuento, trabalenguas o canción. Piensa en algo que te guste, que hayas leído o escuchado, que te gustaría decir. Cualquier palabra es susceptible de ser susurrada; una declaración, una mentira, un agradecimiento, el perdón.

Quizá quieras improvisar, aunque con los primeros susurros te invito a que hagas una búsqueda previa y así no quedarte en blanco.

Si conoces lo que vas a susurrar, puedes cerrar los ojos. Será más fácil que te transportes a dónde quieras llevar al que te escucha.

Procura que la belleza esté presente.

Si te lo propones, conseguirás multiplicar los sentidos. De los cinco posibles, se pueden alcanzar hasta diez.

Moviliza las emociones.

No tengas prisa.

Cuida el susurro, es frágil. Puedes acariciarlo o meterlo en una urna de cristal, protégelo de alguna manera. Seguro que encuentras la forma.

(Fuera la congoja. Si tuviéramos que susurrar con mascarilla, nuestra voz permanece intacta así como las sensaciones que genera. No hay obstáculos que puedan con el susurro.)

Manual de instrucciones para “Fabricar un susurrador” | Descárgalo aquí.

Busca un tubo de cartón que tenga, como mínimo, 1 metro y medio de largo.

¿Ya? ¿Lo tienes?

Ahora decóralo.

Puedes utilizar pinturas, telas, lana, papel, pegatinas…Todo lo que se te ocurra.

Sé todo lo creativo que puedas.

Es tu criatura.

Es interesante que lo consideres una prolongación de tu voz, así que déjalo tan bonito como puedas. Nadie va a interferir en tus gustos. Es tuyo, es una parte de ti.

No te olvides de proteger con goma espuma (por ejemplo) el extremo del susurrador donde apoyará su oído el receptor. De esta forma será aún más agradable la experiencia.